martes, febrero 17, 2009

Hook (1991)

Pochoclo

What would the world be like without Captain Hook?

Revisitar películas que forman parte de la infancia suele resultar en la decepción o en la felicidad que no conoce evaluaciones. Otros casos, los menos, pueden sobrevivir al juicio crítico, sin perder el entusiasmo que el niño conoció; pero no por eso se ocultan sus limitaciones.

Hook puede ser fácilmente uno de estos casos intermedios. Como el título en el que se basa, la noción del “adolescente eterno” repercute en la de “espectador”: si bien está dirigida al público infantil, asimismo puede dirigirse a los mayores que acompañan a los hijos a las salas de cine. Los libros de Peter Pan forman parte de la tríada (junto a El mago de Oz y Alicia) de clásicos infantiles que son más leídos por los adultos que por niños. Con este precedente literario, la dirección de alguien como Spielberg puede fácilmente apuntar (dirigir) en esta doble orientación. La premisa central refuerza este propósito en cuanto ubica al protagonista desde la adultez, donde a semejanza de los libros, difiere mucho de la madurez.
(Continúa)
Sin embargo sólo en las mejores obras todos los objetivos se cumplen (junto con otros no esperados). Suele suceder que las intenciones son superadas por las circunstancias; al considerar que la película se llama “Hook” este hecho es visible. ¿Por qué el título, sino para focalizar la historia en el villano? No como apología, sino como mejor representante del mundo de los adultos. No en vano en las obras de teatro originales el actor que hacía del capitán Garfio solía ser el mismo que el del padre de Wendy. La película brilla entonces cuando se dedica al paso del tiempo: Wendy como una anciana abandonada en pos de su versión más joven, Garfio como un viejo agotado cuya peluca no esconde más que calvicie.

La angnórosis de Peter requiere de un conflicto que no está de la mejor forma encarado. La noción de la muerte es inconsistente, como si no terminara de decidirse hasta qué punto unos chicos armados con latas de pintura pueden defenderse de las más reales espadas piratas. En el papel o en la animación las reglas pueden ser más permisivas, pero en el cine las espadas suelen ser más mortíferas y eso es exactamente lo que sucede. La doble orientación al público se convierte en un enemigo de sus propias posibilidades, cuando deja tan en claro que su mayor potencial está en su punto de vista adulto (definida la adultez como el reconocimiento de la vejez y la muerte… quién mejor que un crecido Peter Pan para indagar en este tópico, la zona "Garfio" del mundo).

Pero Peter Pan y el Capitán Garfio están prestados de la literatura infantil, sea lo que sea. La película, pese a sus estilizaciones, también pertenece a esta partición genérica. No sólo se prestan los personajes sino también el entusiasmo. Aún así, es natural que se la disfrute más siendo niño: los adultos son especialistas en encontrar defectos.